"Caviloso, aceptando a disgusto el regreso de la fe, rebelándose tíbiamente contra la sensación de amparo..." Onetti, El Astillero.
Es el olor a libro viejo el que me lleva. Es la esperanza de volver a encontrar un lugar tibio para mi, en donde pueda estar un tiempo resguardada del resto y del afuera. Son las ganas de volver a escribir que me envuelven en oleadas tímidas pero insistentes. Es ese quiero-y-no-quiero que repito. Decidiendo sin decidirme; dejándome llevar. Esa facilidad con la que me dejo arrastrar, esa facilidad que me fascina porque es tan parte de mi que es hermosa. Y porque me conecta con personas hermosas; por eso también me vuelven las ganas de escribir, porque ¿cómo no contar lo que veo? ¡Si es magia!
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