jueves, 26 de julio de 2007

El lado oscuro del sol




Ojos chispeantes
mira dónde pisás niña
siempre un día delante
otros quieren más
pero vos vivís en sueños niña
mira por dónde vas
toma mi mano niña
déjate ir
vuela entre las sierras
dibuja tus fantasías con crayola
y déjate ir niña
mira con quién estás
y toma mi mano
sigue andando, sigue
hacia donde te lleve el sol
tus ojos me sonríen
y sé lo que callas
pues tengo mi propia sombra
y voy delante
siempre un día delante
soñando





Lucía

lunes, 16 de julio de 2007

____Certezas y desaciertos____



Estoy segura, no necesito a nadie para confirmarlo,
yo,
en mi vida pasada,
fuí un gusano

un gusanito, si suena mejor



estoy segura


Vivía en algún jardín, comiendo lo que encontrase
o en un parque,

en una plaza

o en una maseta, si suena mejor




estoy segura


No hice, en mi vida anterior
más que eso

vivir como un gusanito

como un gusano, si sunea mejor




estoy segura





Pero yo no creo en la reencarnación






Lucía

jueves, 12 de julio de 2007

Historia corta de una ida y una vuelta

Me levanté temprano; la sala estaba extrañamente calma, entraba una luz azul por la ventana que se mezclaba con la luz del cuadro marino.

En ese momento decidí irme. Agarré mi mochila y salí de la casa con aire despojado; despojada de inhibiciones.


Caminé dos horas hasta Av. Italia. Caminaba despacio, disfrutando de la birsa y el sonido que lograba sacar de los árboles.


Me subí al ómnibus sin saber hacia dónde me dirigía; tal vez por eso el conductor me miró con ojos ansiosos cuando, al encontrarme frente a él, respondí - Cualquiera -


En el viaje me dormí apenas pasado el peaje. Esta vez no soñé.


Cuando abrí los ojos y miré por la ventana descubrí un paisaje verde aunque falto de árboles y animales. Le pedí entonces, al chofer que me avisara en la siguiente ciudad. Me dormí nuevamente.


- ¡Destino! - fue el grito que me alejó definitivamente del sueño. Bajé, caminé unos minutos antes de mirar a mi alrededor. La ciudad era tranquila, había llegado a la plaza y me quedé allí hasta el anochecer. Nunca supe qué me vió, pero un perro se sentó a mi lado y me empezó a contar sobre otro perro que había dejado su compañía para formar una familia en el campo. Yo escuchaba con actitud atenta pero no podía evitar preguntarme por qué un extraño me estaba contando esas cosas.


El resto de la tarde transcurrió sin ningún otro alboroto, me entretuve viendo el cortejo de las palomas; advertí que eran todas blancas, se me hizo difícil distinguir entre machos y hembras.


Al caer la noche sentí frío, lo cual me alegró porque no sentía nada desde hacía ya un buen tiempo.


Fue cuando buscaba en mi mochila una bufanda que empezó a sonar mi celular. Temblaba de frío y desesperación. Miré hacia todos lados, tomé el aparato con mano tímida, era el número de casa el que aparecía en la pantalla. No sabía qué hacer, las manos me sudaban y el aparato resbalaba lentamente entre mis dedos. En ese momento pasó el can hablador por delante mío mirándome de reojo.


Atendí la llamada sin pronunciar sonido alguno, me quedé escuchando...


- Hola ¿hola? amor, soy yo, papá ¿estás ahí? Estábamos preocupados. ¿Dónde estás? Vení a casa amor. Te queremos, no te vayas. ¿estás? ¡Volvé! Vení a casa.... bueno... nosotros te extrañamos, queremos que vuelvas... está bien... bueno... te vamos a esperar en casa nosotros ¿ta?... amor... respondeme amor... ¿estás?


- Hola pá...


- ¡Hola mi amor! ¿Estás bien? ¿vas a volver?


- Voy a demorar un poco ¿ta?





Lucía

sábado, 7 de julio de 2007

Sobre las cosas que se dicen


"...si fuésemos puros por naturaleza, simplemente, intentaríamos que la verdad saliese a la luz en todo debate, sin preocuparnos en absoluto de si ésta se amolda a la opinión que previamente mantuvimos, o a la del otro; eso sería indiferente o en cualquier caso, algo muy secundario. Pero ahora es lo fundamental. La vanidad innata, que tan suceptible se hace ver en lo que respecta a nuestra capacidad intelectual, no se resigna a aceptar que aquello que formulamos primero resulte falso, y verdadero lo planteado por el adversario. Tras esto, cada cual no tendría otra cosa que hacer más que esforzarse por juzgar rectamente, para lo que primero tendría que pensar y luego hablar. Pero en la mayor parte de los seres humanos, junto a la vanidad natural también se hermanan la charlatanería y la innata improbilidad. Hablan antes de haber pensado y aun cuando en su fuero interno se dan cuenta de que su afirmación es falsa y que no tienen razón, deben parecer, sin embargo, como si fuese lo contrario. El interés por la verdad, que por lo general muy bien pudo ser el único motivo al formular la supuesta tesis verdadera, se inclina ahora del todo al interés de la vanidad: lo verdadero debe parecer falso y lo falso verdadero."

Fragmento del libro "El arte de tener razón (expuesto en 38 estragemas)" por Arthur Schopenhauer

Este es un claro ejemplo de que se puede transcribir cosas sin estar, por lo menos complétamente, de acuerdo con ellas. No comparto lo que dijo este señor en grán parte porque no comparto la creencia de que existe una "Naturaleza Humana", es decir: "desde el vamos" y sin embargo aquí está, ocupando un pedacito de mi blog. ¡Salud Arthur!

domingo, 1 de julio de 2007

Desencuentros diurnos


Hoy me llamaste
¿fue hoy?
Hoy te extrañé
hoy te llamé

Hoy me extrañaste
y te llamé
¿qué día es hoy?
Hoy te extrañé
y me llamaste

Hoy es...
¡Miércoles!
pero la puta madre
¡no fue hoy!
fue ayer

Ayer me llamé
hoy te extrañé

Lucía