(en respuesta a
esta entrada de SANAMIA)
Tal vez ninguno de esos dos mundos sea el que te de seguridad en los momentos en los que estás completamente sola porque la realidad existe en vos únicamente y no es seguro utilizar nada exterior, ni enfermedades ni familia ni nada más, para asirte a la felicidad. Porque si te apoyás en un número, en una medida o en un reflejo, lo único que obtenés a cambio es solo eso: números, medidas y reflejos que no dicen lo que sos ni cómo tenés que actuar para ser feliz,
realmente feliz; si te apoyás en cosas, una auto, una casa, un trabajo, las que, como cosas que son, parecen ser sólidas y seguras, éstas no te dejan nada una vez que desaparecen y te hacen
tambalear a menudo porque
nada tienen que ver con la felicidad, porque ellas no se apoyan en nada; por otro lado están la familia y los amigos, esos son valiosos y te ayudan a disfrutar de la compañía de otra persona pero son tan
complicados y frágiles como vos y
depender de alguno o varios de ellos no te aleja de la soledad sino que hace que te sientas más sola en los momentos en que no están; creo que lo único en que podés apoyarte para ser feliz es en vos misma: descubrirte, conocerte, aceptarte y moldearte a cada paso, con cada acción y cada pensamiento y disfrutarte como nadie más porque, en definitiva,
sos la persona con la que estarás el resto de tu vida.
Yo estoy tratando de aceptar esto y aplicarlo en mis días y sé que es difícil de hacer porque hay tantas cosas que nos distraen... Esto me hace preguntarme a cada paso ¿qué es más importante entonces, qué es más verdadero: yo o el exterior? Y la respuesta, por ahora, sigue siendo la misma: no todo lo de fuera de mí es mentira pero sé que no todo es
tan verdadero como yo, mis pensamientos y mis sentimientos son más reales, para mi, que lo de afuera. Y aún así, todo lo que me rodea es mío también, en alguna medida, en algún aspecto y de alguna manera,
todo está conectado entre sí y conmigo misma.
¡salú!
Lucía