lunes, 19 de mayo de 2014

Diario /19Mayo

Hay tanto sobre lo que puedo escribir que no sé por dónde empezar. Bueno, sé por dónde empezar pero no quiero escribirlo. Siempre me gustó eso de la poesía: poder decir las cosas sin decirlas pero creo que eso me limita. No sé por qué a veces tengo esa necesidad de sincerarme al extremo (¿acaso hay otra forma de sincerarse?) pero a veces me pega como un viento fuerte.
He estado pensando en empezar un diario. De acá derivan dos cosas: la primera es el recuerdo de los diarios que escribía de niña: intermitentes y siempre teniendo presente a un tercero, ese alguien que podría leerlo y por quien el diario nunca llegaba a ser honesto realmente; la segunda es que este blog empezó como un diario, con ese "tercero" un poco más materializado pero siempre con esa carga de anonimato que me permite mantenerme a salvo del juicio directo ("juicio directo" son un par de palabras muy torpes para el concepto que pretendo explicar pero haciendo honor a la inmediatez que me tienta en estas circunstancias voy a dejarlas así como quisieron salir).
No sé por cuánto tiempo podría cargar yo con un cuaderno que pretendiese ser un diario sin que terminase como un cuaderno de apuntes varios y de clases mezclado con diario. No, creo que no sería sostenible por más de una semana o dos. Por ahora este blog tendrá que servir. Los post que queden como borradores suplirán el clásico candado de un diario físico y este maravilloso (aunque algo lento por de más) celular me permitirá escribir en casi cualquier circunstancia.
Tengo mis diarios de infancia y adolescencia guardados. No los he leído pero siempre supe que quería guardarlos para "recordar cómo me había tratado la vida" cuando creciera o "cómo me sentía antes" de madurar. Porque yo iba a madurar. Iba a adquirir un montón de herramientas que me permitiesen ir por mis días sintiéndome completamente segura y confiada de mi misma cuando creciera. Sabrán los dioses si no he vuelto a leer mis diarios porque todavía no me considero en esas condiciones o simplemente porque he tenido otras cosas que hacer. Una cosa es segura: el futuro no es como lo planée.
Definitivamente soy mucho más confiada y segura que antes, autoestima 99,99% aceptable y todas esas cosas pero nada es... ¿fácil? ¿estable? En mis fantasías, una vez que se resuelve un problema, éste no vuelve y punto. No vuelve y una pasa a enfrentarse a otras cosas. Pero el futuro no es así.
Los problemas, mejor dicho, mis miedos e inseguridades, vuelven como olas y se van igual para volver otra vez, de distinta manera. Hay veces que me parece que soy otra persona; otras siento que sólo me estoy "dejando ser" algunas partes de mi, las más aceptadas ponele. Tal vez le pase a todo el mundo, no me importa. En esos momentos me importo sólo yo y me siento tan egocéntrica que podría pensar en mi y sólo en mi por mucho tiempo. De hecho lo hago pero bien me cuido que no se note demasiado.
Por suerte éste es un diario, es para mí y por mí así que no es necesario que disimule.

Eso es un alivio.


¡Salú!

Lucía

No hay comentarios.:

Publicar un comentario